Hoy en CenitasporBarcelona os hablamos de Mala Hierba Restaurante.
El proyecto del Chef Fabio Gambirasi que ofrece una propuesta gastronómica natural basada producto fresco, de temporada y ecológico tratado con una técnica experta y mucho amor. Su mujer, Roser se encarga de dar el equilibrio nutricional y de cultivar en su propio huerto muchos de los productos que sirven.
El local está perdido en las calles del Carmelo. Es amplio -con varios salones- y decorado con una estética clásica y un toque rural acogedor y cómodo.
El personal es encantador (Roser desprende pasión al explicar cada uno de los platos).
La carta es corta pero muy completa, con opciones para todos los gustos, preferencias y dietas (incluidas las vegetarianas y veganas). Cocina mediterránea de producto con influencia italiana (por el origen milanés del Chef). Ofrecen la opción de hacer menú degustación y tienen platos fuera de carta.
Calabaza violín al horno. Calabaza cortada a cuartos hecha al horno -de textura cremosa y sabor delicado- con queso parmesano fundido que de da sabor y salsa de ajo negro. Por encima lleva migas de pan crujiente, curry y semillas de calabaza que dan textura al plato.
Croqueta de Roastbeef. Exterior crujiente y dorado e interior consistente -un poco demasiado espesa- de intenso sabor a carne. La salsa sobre la que la servían nos gustó más que la croqueta).
Croqueta de Merluza. Relleno de textura ligera. Nos encantó la mayonesa de caldo de pescado y limón que la acompaña y que da el toque fresco a la fritura.
Chipirón Frito. No somos muy fans de las frituras pero esta era TOP. Rebozado crujiente y ligero y chipirón tierno y sabroso. Nos encantó el toque de la ralladura caramelizada de piel de limón que daba un toque fresco y dulzón al plato. Una fritura diferente.
Hinojo fundente con alga wakame y espirulina. Verdura hecha al vapor -conserva su especial aroma y sabor dulzón- cubierta de alga wakame y una salsa de alga espirulina. Mezcla de sabores ultra vegetales y marinos. Diferente pero sin más.
Tuétano con erizo de mar. Tuétano de chuletón servido en el propio hueso -se deshace como la mantequilla y tiene un potente sabor ahumado- cubierto de lomos de erizo de mar crudos. Contraste super original y delicioso.
Tuétano de carne cruda. Tuétano servido en el propio hueso cubierto de dados de carne cruda cortados a cuchillo y macerados con un rico aliño.
Ventresca a la plancha con salsa de ajo y almendra. Espectacular mezcla y elaboración. Ventresca hecha al punto -se deshacía al cortarla- y super melosa por su propia grasita. Acompañada de cebolla roja encurtida y daditos de remolacha.
Tagliarini con erizo de mar. Pasta casera -fideos planos finitos- recién hecha bañada en una potente salsa de erizo y con lomos de erizo fresco por encima ¡Brutal!
Ravioli artesano con gorgonzola, crema de boniato y mejillones. Pasta fresca rellena de gorgonzola -potente- con una rica crema de boniato -espesa y ligeramente dulzona- y cacahuetes que daban el toque crunchy. Nos sobraron los mejillones que no pegaban mucho con la mezcla.
Tiramisú. Presentación fea pero sabor delicioso. Nos encantaron las migas de galleta de mantequilla.
Pasta Katahifi con frambuesas. Una especie de mil hojas hecho con pasta Katahifi -de hilitos super finos y crujientes- con crema de agua de rosas -cremosa y de sabor intenso a pétalos-, frambuesas frescas y sirope de lima. ¡Súper original y rico!
🍾La carta de vinos es sencilla pero incluye referencias naturales y ecológicas interesantes. Tomamos un espumoso natural catalán que nunca falla: Clos Lentiscus Sumoll.
💶35€/per.
👍🏻 Comida sana y deliciosa. Apto para cualquier tipo de dieta (vegana, sin gluten, sin lactosa y sin alérgenos). Producto fresco de calidad. Elaboraciones sencillas y ligeras. Vino natural. Servicio familiar y encantador. Buena calidad/precio.
👎🏻Poco accesible (El restaurante está perdido en una callejuela del Carmelo).
L&J